miércoles, 20 de mayo de 2015

Mi despertar como animal y madre que soy.

  Este es el primer post del primer blog que voy a escribir. Soy primeriza en esto de los blogs, así que intentaré hacerlo lo mejor posible. Mi idea es hablaros sobre nuestras aventuras y experiencias como unschoolers desde el comienzo. Os comparto que en mi búsqueda de información sobre otras alternativas a la escuela y a la educación convencional, la mas sorprendente, la mas motivadora y la que mas me ha convencido ha sido el unschooling. Unschooling para el que no lo sepa es el termino que se utiliza para la educación sin escuela, sin escuela quiero decir que tampoco vamos a llevar la escuela a casa como sería el caso del homeschooling. Vamos a vivir sin escuela.

  Pero hoy voy a hablar de otra cosa, antes de nada me gustaría contaros como he llegado hasta aquí ya que a mí misma me ha sorprendido el modo en el que se me ha ido abriendo la mente como madre desde el primer momento que tuve a mi hijo en brazos. Y es que de lo que pensaba antes de tener un hijo a lo que pienso ahora que mi hijo tiene 6 años, hay un mundo de diferencia, yo diría que hasta un universo entero. y con esto me viene a la mente una frase que oí decir a una de las chicas de la serie Mujeres Desesperadas "Tener un hijo no es como te lo habías imaginado y sin embargo ya no te imaginas la vida sin él."

  Cuando decidí quedarme embarazada yo tenía un buen trabajo del que además disfrutaba mucho. Era comercial de una fábrica de cocinas, con lo cual me dedicaba a viajar de un lado para otro atendiendo a clientes por buena parte de España y me ocupaba casi todo el día. Claro, que antes de quedarme tuve mis dudas porque yo pensaba no estar preparada para tener un niño y poder dedicarme a él con ese ritmo de vida, pero alguien me dijo que nunca se está preparada para tener un hijo, así que me pareció razonable y me aventuré en la causa. Y me alegro de haberlo hecho.

  Al poco tiempo ya estaba en estado, era algo nuevo para mí, pero debía ponerme manos a la obra y buscar soluciones para llevar cabo el trabajo que tenía además del niño, no estaba dispuesta a dejar mi ritmo de vida que tanto me gustaba y además que llegara mas sueldo a casa era mejor para la educación del niño. Mi idea era meterlo en un colegio privado desde pequeño, así que estuve mirando algunos bilingües. Como solo me darían 4 meses de baja por maternidad pues los cogería desde el momento del parto hasta que el niño cumpliera los cuatro meses, y como no tenía a nadie cercano con quien dejarlo cuando me fuera a trabajar, pues a partir de ahí lo metería en un colegio que ya había encontrado donde lo aceptaban desde esa edad y ya prácticamente le hablaban inglés desde la cuna. ¡¡Cuanto iba a aprender mi hijo!! (Todo producto de mi mente escolarizada).

  Todo pasó normalmente, el embarazo iba de maravilla hasta que pocos meses mas tarde la fábrica hace suspensión de pagos y termina echando el cierre. Yo estaba desesperada porque nada de lo que había imaginado iba a ocurrir y lo tenía tan planeado todo que no imaginaba que las cosas pudieran darse de otra manera e incluso mejores a lo que había pensado. Pero en mi ingenuidad me desesperé y a pesar de pasar un embarazo estupendo físicamente, psicológicamente no estaba bien "lo que se me venía encima y no podría darle las cosas como yo quería y se merecía" era todo lo que se me venía a la cabeza, vuelvo a repetir lo de ingenua porque lo que mas merece un niño en esta vida es amor y paciencia, no cosas materiales ni aprendizajes que él no requiera.

   El camino siguió su curso y yo con mi desesperación sin disfrutar plenamente de mi embarazo como me hubiera gustado. Llegó el día del parto, por fin, estaba ya cansada de esa barrigota y tenía ganas de coger a mi hijo en brazos, yo ya sabía que sería un niño y lo llamaría Dayron. El parto fue horrible de dolor, dilaté rápido, me pusieron epidural y no me hizo efecto (de hecho había pensado en no ponérmela pero me convencieron), me volvieron a poner otra y esta si hizo su efecto, pero mientras todo esto ocurría tuve que aguantar las tonterías de una matrona posiblemente sin hijos que no paraba de hacerme críticas y aprovecharse de mi situación de primeriza. Un apretón y cabeza fuera, el niño venía con el cordón liado al cuello (no sé si esto fue debido al tiempo que me hicieron esperar con mi hijo coronando ya la cabeza), se lo cortan, me enseñan corriendo el niño (porque ni me dejaron ponerlo en mis brazos, todavía creo que venía medio asfixiado), tenía toda su cabeza morada y lo llevaron a otra habitación donde le hicieron llorar y se supone le estaban preparando. Me encantaría poner el nombre del hospital pero no sé si debo.

Pasaron unos minutos y me dejaron sola en el pasillo, llego una enfermera preguntando por mí, yo tumbada en la camilla le respondo, traía a mi pequeño en brazos, liado en una mantita, y con un gorrito amarillo en la cabeza. Era nuestro primer contacto cara a cara. Nos quedamos solos, yo que había leído mucho sobre dar el pecho me corrí la bata y se lo puse, se enganchó enseguida, como si lo hubiera hecho siempre. Fue un momento maravilloso que siempre recordaré como uno de los mejores momentos de mi vida. La noche la pasé horrible, pero yo nunca volvería a ser la misma de antes.

Una vez instalados en casa el tiempo fue pasando, me dijeron que el niño debía tomar 15 minutos de un pecho y otros 15 del otro, y a las 3 horas le debía dar otra vez comenzando por el que había terminado ¿Quien habrá inventado eso para volverla a una loca?. Mi hijo solo tomaba 7 minutos de uno y se quedaba dormido, a las 2 horas, dos horas y media ya lloraba como un loco y le tenía que dar de inmediato. Algunas mamás me decían que aguantara las 3 horas aunque llorara, yo no entendía nada, solo oía a mi hijo llorar y llorar "es que si no aguantas las 3 horas, pues claro, no come lo que tiene que comer" "es que tu leche no le llena" "es que tiene que tomar 15 minutos de cada una" Que mal lo pasábamos los dos. ¡¡¡¿¿Pero no veis que se queda dormido??!! Vamos, yo creo que se quedaba bien a gusto, además todavía no sé como se le obliga a engancharse al pecho a un bebe de días. Si alguien lo sabe que me diga, solo por curiosidad, jamás lo haría. Bueno, pues en este caos e inexperiencia yo no sabía a quien hacer caso, el niño lloraba, yo no descansaba y era horrible, horrible. Todavía recuerdo un día que me llamó la madre de una amiga, me empezó a dar consejos y justamente el niño empezó a llorar en su cunita, ella aprovecho y me dijo que si lo cogía siempre en brazos iba a coger un vicio con eso, me dijo que lo dejara llorar, que le meneara la cuna, que me relajara, que le pusiera música, yo le daba mil escusas y ella me las quitaba, yo no aguantaba oír al niño llorar, sin embargo parecía que yo no estaba en lo correcto y ella si, así que intenté dejarme guiar un rato hasta que me harté, dejé el teléfono y cogí a mi niño. Esa noche al cambiarle el pañal el niño empezó a llorar otra vez, esta vez mucho mas fuerte, yo me puse nerviosa y no sé como le toqué y me dí cuenta que le había salido un bulto en la ingle, una hernia tan pequeñito, yo me moría del miedo y la impotencia. Por suerte en urgencias había un cirujano pediatra, le puso la hernia en su sitio solo con el dedo, me dijo que seguramente el niño había hecho un esfuerzo al llorar y se le había salido una tripita, si le seguía saliendo la hernia habría que operarlo. A cuanta gente le habrá pasado esto y no sabrán por que, con lo fácil y bonito que es tener a tu hijo en brazos. Todo me estaba volviendo loca.

En mi desesperación de no saber que era lo correcto empecé a buscar por internet, encontré una página que se llama Crianza Natural  en esta página hay todo tipo de cosas para bebes y métodos de crianza que yo ni imaginaba, os la recomiendo y se la recomiendo siempre a todas mis amigas. También tienen un foro en el que compartes problemas y experiencias con todo tipo de mamás, este foro me ayudó a hacerme mas fuerte como mamá y empezar a hacer caso a mis propios instintos (os dejo también el enlace al foro de crianza natural). En este foro escribí una de las veces lo que me ocurría con todo esto, y todavía recuerdo la respuesta de una de las mamás, que mas bien preguntaba: "¿Y porqué en vez de intentar que el niño se acostumbre a esos horarios no intentas tú acomodarte a los de éll?" Siempre recordaré esa pregunta. A partir de ese día descansamos los dos, no era tan difícil, pero claro, primeriza y escuchando a todas "las expertas" no es tan sencillo. En esta página descubrí también el colecho, que es dormir bajo el mismo techo que tu hijo, otra magnifica idea. Yo me metía con el niño en la cama, y en cuanto iba a empezar a llorar para pedir teta, me la sacaba y se la acercaba a la boca, yo dormía, el dormía, todos descansados y todos felices. Y es que no se debe ir en contra de la naturaleza, si los niños lloran es por algo, la madre naturaleza nos ha dotado de todo lo que necesitamos para la supervivencia, es la selección natural. Se acabaron las noches sin dormir.

  Tantas vueltas le empecé a dar a esto de la naturaleza y el instinto materno en la cabeza que empecé a recordar a una perra que tenía de niña, Terry, esta perrita tuvo un montón de cachorros en su vida, y yo siempre me fijaba como los cuidaba, jamás los dejaba llorar, siempre estaba ahí cuando la necesitaban y dormía con ellos. Sé que muchos pensarán que solo es un perro, pero la lección tan grande que nos pueden dar los animales respecto a criar un hijo es muy grande, por eso hago mención de animal en este título, porque el humano no deja de ser un animal, y a veces pretendemos ser tan diferentes de ellos que no nos damos cuenta de que también somos uno. Queremos ser tan civilizados en todo que se nos olvida lo que somos, muchas veces además acusando al animal de salvaje cuando nos han demostrado que mas salvajes somos nosotros.

  Cada cual que piense lo que quiera, pero yo cada vez que me encontraba en una situación difícil con mi bebe recurría a los recuerdos de Terry e intentaba imaginarme que haría ella en ese caso, yo la he visto cuidar incluso de mi hermano y de mí como si fuésemos sus propios hijos. Terry fue para mí un gran ejemplo y puedo dar fe de lo mucho que aprendí de niña con esta mascota y de lo importantes que pueden ser estas en la educación de un niño.

  Otra gran persona que me ayudó mucho fue mi abuela Ruperta, una señora muy mayor de un pueblo muy pequeño de La Mancha a la que ya no tengo el placer de tener físicamente en este mundo. Los primeros 6 meses de vida del peque tuve la suerte de vivir muy cerca de ella, así que me pasaba todas las tardes a verla un ratito. Sin darse cuenta me ayudaba muchísimo, por ejemplo todo el mundo me decía que iba a mal criar al niño si todo el rato lo tenía en brazos, pero ella me decía que eso eran tonterías, que ella siempre tuvo a mi padre en brazos y había salido un buen hombre, además estaba muy orgullosa de él. Mi abuela me decía que antiguamente no se andaban con tanta tontería con los niños, que se les daba el pecho cuando querían y donde fuera, se les cogía cuando lloraban y se tenían en brazos todo lo que querían. Así que mas dudas resueltas. Pensamos que antes eramos menos civilizados, sin embargo para muchas cosas eramos mas humanos.

  Cuando mi hijo iba a cumplir los 6 meses ya me empezaban a decir que tenía que dejar de tomar el pecho para que comiera bien, que se viciaba con el pecho, que no era normal ni estaba bien que le diera tanto pecho, que tenía que tomar mas comida y no sé cuantas cosas mas. Pero para mí era como cortar otro cordón con mi hijo y yo quería seguir dándole el pecho y él quería seguir tomándolo, además era muy práctico porque siempre llevaba su comida puesta encima. Él no ha sido de comer mucho nunca y el pecho siempre le vino muy bien, que se sentía mal, pecho, que se caía y se hacía daño, pecho, no fue solo un alimento y una gran fuente de defensas, además fue un consuelo en malos momentos y un vinculo impresionante entre nosotros. Así que tomó hasta los dos años.

  Respecto al colecho recuerdo que una amiga que tuvo una niña mas o menos al mismo tiempo que yo me decía "a mí me encantaría dormir con mi hija también, pero si lo hago se va a acostumbrar y ya siempre va a querer dormir conmigo". Y yo pensaba ¿Y qué? Pues si a las dos os gusta perfecto. Nunca entendí eso que me dijo, o sea, me gusta hacerlo y a mi hija también pero no lo hago por si se acostumbra demasiado.¿Tiene miedo que de adulta su hija también se lleve a dormir al novio? No creo que eso vaya a pasar. Y no entiendo que una persona le tenga miedo a una costumbre que le gusta a cada uno de los individuos que la comparten. ¡¡No es nocivo para la salud dormir con tu hijo!! No sé que pensar sobre la reflexión de esta amiga, pero es como si alguien me dice que le gusta mirar las flores y no lo hace por si se acostumbra.


Poco a poco me fui dando cuenta de lo que importa de verdad, no importa que el niño tenga un montón de objetos, importa mas el tiempo que pase con sus padres, no importa cuanta cantidad de materias pueda saber y en cuanto tiempo, importa que aprendan a ser felices con lo que tienen. No importa que coman mucho o poco, importa que coman variado. No importan todas las reglas absurdas que se han inventado al rededor de lo que es criar a un niño, criar a un niño no es tan difícil, solo hay que dedicarle tiempo y paciencia. No necesitan cambiadores, cunas, biberones, carritos de paseo y todas esas clases de objetos que nos hemos inventado solo para consumismo, lo único que necesitan es estar cerca del calor de sus padres, en brazos todo el rato, escuchando su corazón y poco a poco soltándose y aventurándose ellos solos, como hace cualquier animal, no somos tan diferentes y cuando lo intentamos ser es cuanto mas necesitamos un psicólogo.

  Y todo esto que os cuento ha sido parte de un cambio y un gran despertar como madre, esta es mi experiencia de como he cambiado y descodificado las maneras que tenía de pensar, las que no he mencionado y las que me quedan por cambiar, porque todavía me veo muchos fallos y me queda mucho por aprender y en ello sigo. Como dicen; los niños no vienen con un manual bajo el brazo, pero se aprende mucho de ellos y con ellos si les prestamos atención. Los niños son los mayores maestros que tenemos, el mío para mí ha sido el mas importante, gracias a él estoy aprendiendo a ser mejor persona cada día, y yo espero también ser una buena guía para él y deseo lo mismo para todas las familias. Me imagino que si habéis llegado hasta el final leyendo  es porque este cambio en realidad os interesa. Yo me alegro de haber compartido una pequeña parte de mi cambio con vosotros porque me ha hecho recordar muchas cosas bonitas.

  Como habéis visto este post no habla nada de unschooling, pero tiene que ver mucho, muchísimo, porque todo se basa en respetar la naturaleza de un niño y sobre todo quiero hacer referencia al gran cambio que podemos pegar muchos padres, sin miedo y con amor.


                                 ¡¡Que paséis feliz día!!

2 comentarios:

  1. Muchas felicidades Beatriz¡¡¡ por tu comentario. Comparto muchas de las cosas que dices aquí, mi hija tiene 6 años y todavía duerme conmigo, es una de las sensaciones más maravillosas que he experimentado, quedarnos dormidas compartiendo nuestro calor.

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    1. Gracias!! La verdad que cuando una empieza así ya no puede parar, y cada vez vamos abriendo mas los ojos respecto de muchas cosas con los niños. Te mando un saludo y disculpa que te haya respondido tan tarde pero hacía mucho que no entraba por aquí.

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